La académica Lilia Cedillo Ramírez se convirtió este lunes en la primera mujer rectora de la BUAP, cargo en el que permanecerá por lo menos hasta el año 2025.
Tras vencer a sus opositores de manera aplastante el pasado 20 de septiembre, Cedillo, quien es doctora en Microbiología, pasó a la historia por ser la investigadora que rompió el techo de cristal en la universidad pública poblana, presdidida en el pasado inmediato por varones con perfil político más que académico.
Investigadora durante 39 años, Cedillo Ramírez ostenta un perfil sorprendente: licenciada en Químico-Farmacobiología por la misma casa de estudios que ahora encabezará, maestra y doctora en Microbiología por el Instituto Politécnico Nacional y postdoctora por la universidad de Alabama en Birmingham, ha pasado de dar clases a presidir la quinta mejor universidad pública estatal de México, según el QS World University Ranking.
Este currículo dista mucho del de los rectores que la precedieron, quienes brincaron de la universidad pública hacia la política local, algunos con más suerte que otros. Sólo el antecesor inmediato de Cedillo, el contador Alfonso Esparza, rompió con esa tradición de ocupar la rectoría de la BUAP como plataforma a un cargo de elección popular.
Sin embargo Esparza no estuvo excento de controversias, primero por ser el tesorero de su antecesor Enrique Agüera, por mucho el rector más cuestionado sobre el manejo de los recursos económicos en toda la historia de la universidad. Posteriormente, Esparza se enfrascó en un conflicto con el gobernador del estado y actualmente está acusado de malversar los fondos de la universidad.
Para diferenciarse de su predecesor, la nueva rectora se ha encargado de decir que su relación con el gobierno local será de armonía y solidaridad, cortesía que le ha sido devuelta por el mandatario Miguel Barbosa, con quien todavía no se reúne en persona.
Tonatiuh Muñoz Aguilar.