Por Tonatiuh Muñoz Aguilar
El Centro de Readaptación Social (CERESO) del municipio de Puebla, conocido coloquialmente como el CERESO de San Miguel, se ubica en el primer lugar de la lista de prisiones más corruptas del país, concluyó un estudio del World Justice Project (WJP) México, un instituto encargado de la evaluación de los centros penitenciarios.
De acuerdo con la investigación, la cual se basa en datos del INEGI, la cárcel de San Miguel está empatada en el primer sitio junto con el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México, alcanzando 43% en el índice de corrupción, seguidos por el Reclusorio Preventivo Varonil del Sur (Ciudad de México), la prisión de Chalco, Estado de México y el penal de Neza-Bordo, en el municipio de Ciudad Nezahualcóyotl, también en el estado de México.
El índice titulado «Nuestros muchachos, ¿cómo son las cárceles en el país?», señala que 28.5% de la población carcelaria de México está conformada por jóvenes de entre 18 y 28 años de edad y advierte que lejos de reinsertar a los delincuentes a la vida en sociedad, las prisiones en México siguen constituyéndose como verdaderas universidades del crimen.
Asimismo advierte que, tal y como lo ha señalado la CNDH, en casi todas las penitenciarias de México no se respetan los derechos humanos de los presos.